En agosto de 2024, el consumo en Estados Unidos experimentó un notable crecimiento, reflejando una recuperación económica sostenida. Según los últimos datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales, el índice de precios al consumo (IPC) aumentó un 0,2% en comparación con el mes anterior1. Este incremento, aunque moderado, es significativo en el contexto de la desaceleración inflacionaria que el país ha experimentado en los últimos meses.
El crecimiento anual del IPC se situó en un 2,5%, la cifra más baja desde febrero de 20211. Este descenso en la inflación interanual ha sido impulsado por la reducción de los costos de los préstamos, lo que ha frenado la demanda y permitido una mayor estabilidad en los precios. Excluyendo los volátiles componentes de los alimentos y la energía, el IPC subyacente subió un 0,3% en agosto, tras un aumento del 0,2% en julio1.
Este crecimiento en el consumo ha sido recibido con optimismo por parte de los analistas económicos, quienes ven en estos datos una señal de que la economía estadounidense está en camino de una recuperación más sólida. Sin embargo, la persistente rigidez de la inflación subyacente podría disuadir a la Reserva Federal de aplicar un recorte de medio punto porcentual en la tasa de interés en su próxima reunión1.
El aumento del consumo también ha tenido un impacto positivo en el mercado laboral, con un incremento en la creación de empleos en sectores clave como el comercio minorista y los servicios. Los economistas señalan que este crecimiento es crucial para mantener el impulso económico y evitar una posible recesión.
En resumen, el crecimiento del consumo en agosto de 2024 en Estados Unidos es una señal alentadora de recuperación económica, aunque persisten desafíos en el ámbito de la política monetaria y la inflación subyacente. La evolución de estos indicadores será clave para determinar las próximas decisiones de la Reserva Federal y el futuro económico del país.