El rapero y magnate musical Sean ‘Diddy’ Combs ha sido formalmente acusado de varios cargos graves, incluyendo tráfico sexual y crimen organizado. La acusación se hizo pública el 17 de septiembre de 2024, tras su arresto en un hotel de Manhattan, Nueva York.

Combs, conocido por su influyente carrera en la industria del hip hop y sus múltiples alias como Puff Daddy y P. Diddy, fue detenido después de una extensa investigación federal que incluyó allanamientos en sus propiedades en California y Florida. Según la acusación, Combs dirigía una empresa criminal que durante años abusó de mujeres, utilizando su poder e influencia para cometer actos de extorsión y tráfico sexual.

La exmodelo Crystal McKinney es una de las principales denunciantes, alegando que fue violada por Combs en 2003 cuando tenía 22 años. Esta denuncia se suma a otras cinco presentadas por diversas víctimas, quienes describen un patrón de comportamiento abusivo y coercitivo por parte del rapero.

El fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, declaró que la detención de Combs es un paso crucial para llevar justicia a las víctimas y desmantelar la red criminal que supuestamente operaba bajo su dirección3. Por su parte, el abogado de Combs, Marc Agnifilo, ha calificado las acusaciones de “infundadas” y ha asegurado que su cliente cooperará plenamente con las autoridades para limpiar su nombre.

La noticia ha sacudido tanto a la industria musical como a la opinión pública, generando un intenso debate sobre el abuso de poder y la responsabilidad de las figuras públicas. Mientras algunos defienden la presunción de inocencia de Combs, otros exigen que se haga justicia para las víctimas y se tomen medidas más estrictas contra el tráfico sexual y la explotación.