En un mitin multitudinario realizado en Texas, el expresidente Donald Trump reiteró sus promesas de "limpiar" Estados Unidos, centrándose especialmente en lo que él denomina "el crimen de los migrantes".
En un discurso incendiario, Trump culpó a los inmigrantes indocumentados de la violencia en las calles y prometió apoyar las políticas migratorias si es reelegido en 2024. Su mensaje, lleno de retórica nacionalista, fue aplaudido por sus seguidores más fieles, pero ha generado gran controversia.
"Vamos a terminar con esta invasión. Los demócratas han dejado que millones de criminales entren a nuestro país y destruyan nuestras comunidades", afirmó Trump ante una multitud que coreaba consignas en contra de los inmigrantes. "Cuando regresemos a la Casa Blanca, no habrá piedad para los criminales ni para quienes los protegen".
Uno de los blancos más directos de las críticas del expresidente fue la actual vicepresidenta Kamala Harris, a quien acusó de haber "facilitado crímenes" por su apoyo a políticas que, según él, promueven la inmigración ilegal. "Kamala Harris es cómplice de los delitos que cometen estos inmigrantes".
Su apoyo a las fronteras abiertas ha permitido que pandilleros, narcotraficantes y delincuentes crucen sin control", dijo Trump en tono agresivo. “Ella está traicionando a los ciudadanos estadounidenses, y en mi gobierno tendrá que rendir cuentas.
Las acusaciones de Trump contra Harris no son nuevas, pero en esta ocasión fueron más severas. Según el expresidente, la vicepresidenta "tiene sangre en sus manos" por los crímenes cometidos por inmigrantes indocumentados en ciudades como Nueva York, Chicago y Los Ángeles.
"Cada vez que un ciudadano estadounidense es víctima de un crimen violento a manos de un inmigrante, Kamala es responsable", exclamó.
Estas declaraciones han sido duramente criticadas por líderes demócratas y defensores de los derechos humanos, quienes acusan a Trump de fomentar el odio y de hacer uso de la retórica xenófoba para ganar votos. "Esto es un discurso peligroso que incita al odio y la violencia", declaró un portavoz del equipo de Harris. "Trump está mintiendo para dividir a los estadounidenses y desviar la atención de sus propios fracasos.
El expresidente también prometió reinstaurar las políticas más estrictas de su anterior administración, como la construcción del muro fronterizo y la eliminación de las llamadas "ciudades santuario". "Vamos a terminar el muro. Esta vez no habrá excusas ni interferencias de los demócratas", afirmó Trump. "Cada centímetro de ese muro se levantará, y vamos a deportar a cada criminal que entre ilegalmente a nuestro país".